Por Roberto Veras
En los años que he
sido miembro del odfelismo, siempre he visto la importancia que tiene cómo la
gente percibe nuestra institución odfélica.
Algunos dicen que es
un club, otros lo ven como una filantropía, muchos no saben nada, pero muy
pocos parecen entender el concepto de fraternidad.
Además, cuando
investigamos a los candidatos para la membrecía, normalmente nos preguntamos
qué están buscando, pero rara vez las personas comprenden exactamente a qué se
están uniendo.
Este es un argumento
convincente, uno que he debatido en más de una ocasión.
Algunos de nuestros
miembros ven el odfelismo como un club de bailes, donde se come de gratis, en
fin una institución a la que nos unimos con alguna actividad o objetivo común.
Las logias como se le
llama nuestros templos suelen ser dirigidos por un conjunto de oficiales que
participan en tenidas con el fin de recibir cierta notoriedad por su posición.
No es raro encontrar
personas en esas posiciones que no han hecho nada de importancia en su vida
social y ahora encuentran la oportunidad de ser importante para otros.
En el odfelísmo se nos
enseña que los miembros somos todos iguales en términos de posición y opinión.
Los oficiales en una
Logia representan un conjunto de deberes y responsabilidades diseñados para ser
implementados por muchas personas, no solo una, fomentando así el trabajo en
equipo, eliminando la necesidad de una regla autocrática.
Hay quienes ven el
odfelímo como una empresa. El problema aquí es que una empresa está diseñada
para ser rentable por su naturaleza, el odfelísmo no lo es. El objetivo
fundamental de nuestra institución es la mejora de sus miembros.
El odfelísmo no
predica dogmas ni practica la religión. Una persona debe creer en un Ser
Supremo para convertirse en odfelo, pero su elección a la religión es una
decisión propia.
Como tal, no es raro sentarse en una Logia
Odfélica con hombres de diferentes religiones, promoviendo así la tolerancia
religiosa.
Para mantener la
armonía en la Logia, la política y la religión son dos temas prohibidos de la
discusión.
Al igual que la
religión, los hombres de diferentes creencias políticas se sientan juntos en
armonía en la Logia.
En todo caso, el
odfelísmo promueve el concepto de buen ciudadano en la comunidad. Aquellas
personas con antecedente de mal vivencia no se les permiten convertirse en
odfélo.
Como tal, los odfélos
esperan convertirse en modelos a seguir en sus respectivas comunidades.
La educación es de
importancia significativa en una Logia Odfélica, donde los Hermanos reflexionan
sobre problemas para buscarles soluciones.
Aquellos que piensan o
practican el odfelísmo de otra manera están perdidos en el barco.
En amistad, amor y
verdad, ¡Mantengamos la fe!
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